"La reducción de la opacidad, que perdura o más bien se incrementa en los sistemas complejos, es uno de los cometidos del conocimiento social que puede fundamentar su especificidad".

"La facticidad del mundo social no disminuye en la sociedad contemporánea y la opacidad se manifiesta a través de lo que viene negado, marginado, privado de palabra y sentido.

Los profesionales del conocimiento social tienen, pues, una responsabilidad y un privilegio (...). Quien practica la ciencia no mantiene una relación privilegiada con la verdad; más bien es un actor social entre otros. (...) Su único privilegio, el de disfrutar de autonomía y de instrumentos para producir conocimiento, se transforma en una responsabilidad que tiene importantes consecuencias, por ejemplo, sobre la definición misma de democracia en la sociedad contemporánea. De hecho, el riesgo de que necesidades humanas fundamentales sean reducidas al silencio, de que aumente la opacidad tras la apariencia de comunicación, es algo más que una hipótesis castrófica".